CIRCO POLÍTICO MESA PARA DOS... EN EL ESTACIONAMIENTO

Donde no todo es lo que parece

Estatales - Opinión27/05/2025Marco Saucedo (Chinoky)Marco Saucedo (Chinoky)
2022-09-11

Circo Político

Donde no todo es lo que parece
Por Marco A. Saucedo (Chinoky)

Mesa para dos... en el estacionamiento

En Saltillo, algunos restaurantes están ganando terreno… literalmente. Y no por su sazón, sino porque se han apropiado del espacio público. Ya no es raro encontrar banquetas invadidas, calles semi bloqueadas y áreas de estacionamiento que fueron transformadas en improvisadas terrazas con sillas, mesas y sombrillas que ocupan lo que le pertenece a todos: la vía pública.

Desde esta tribuna le hacemos un llamado a las autoridades municipales encargadas de velar por los espacios públicos. Autoridades que deberían velar por el orden urbano y el respeto al ciudadano común se han convertido en espectadores pasivos de una irregularidad que salta a la vista y que ya representa un verdadero problema de movilidad y seguridad para los peatones.

Basta con darse una vuelta por calles como Venustiano Carranza, Victoria, Obregón o partes de Francisco Coss, para ver cómo algunos restaurantes literalmente sacaron su mobiliario al cajón de estacionamiento o sobre la banqueta. O como la Taquería H, ubicada en Bulevar Minería de la colonia Bonanza, donde no solo obliga a que los peatones —incluyendo adultos mayores, personas con discapacidad o familias con niños— tengan que bajarse a la calle, con los riesgos que eso conlleva; sino que se ha apoderado de varios cajones de estacionamiento y de la calle en sí, donde no deja estacionar a nadie, ya que solo pueden pararse, los que van a recoger pedido o hacerlo desde su vehículo.

VIOLACIÓN A LA LEY

Y no se trata de una “mala práctica menor”, como algunos han querido minimizar. Se trata de una violación directa a diversos reglamentos municipales, entre ellos:

El Reglamento de Desarrollo Urbano del Municipio de Saltillo: En su artículo 66, se establece que “las banquetas y áreas de estacionamiento público deben destinarse exclusivamente a los fines para los que fueron diseñadas, garantizando el libre tránsito peatonal y vehicular”. También se prohíbe expresamente que se coloquen estructuras, mobiliario o mercancía sobre la vía pública sin un permiso especial, el cual solo puede otorgarse bajo condiciones de temporalidad y seguridad que aquí evidentemente no se cumplen.

OMISIÓN HISTÓRICA

La verdad es incómoda: la omisión de la autoridad es histórica, pero es tiempo de cambiar. Mientras a los ciudadanos comunes se les exige cumplir a rajatabla con requisitos y reglamentos para operar cualquier negocio, algunos restaurantes operan con manga ancha, como si las normas no aplicaran para ellos. Y es que al principio cumplieron, luego se fueron simplemente adueñando de los espacios.

Saltillo requiere cambios y el respeto a sus leyes. El alcalde Javier Díaz busca tener una ciudad moderna, accesible y segura, pero el respeto al espacio público no puede ser opcional. La calle no es restaurante. La banqueta no es terraza. Y el estacionamiento no es sala de espera gourmet.

No creo que la intención de la autoridad sea convertirse en cómplice por omisión; ya que la ley pierde fuerza y el ciudadano (el peatón), su derecho a una ciudad ordenada.

En este circo político, el espectáculo lo dan algunos restauranteros… pero quien hace malabares para sobrevivir es el peatón.

Esperemos que se acabe el circo, para verle la cara a los payasos.

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