TRIZAS Y TRAZOS

Todo parece indicar que en el asunto de Pasta de Conchos hay mucha tela de dónde cortar porque la bronca empezó cuando sin decir sin agua va  empezaron a sacar carbón del subsuelo…

La actitud permitida por el gobierno federal sirvió para que Manuel Bartlett, dicen los enterados, gritara a los cuatro vientos que habían encontrado restos…

Qué casualidad que eso haya ocurrido justo días antes de la visita de López a la Región Carbonífera…

Todo parece indicar un engaño más porque antes del anuncio del director general de la CFE, la dependencia federal dijo que no era cierto…

Y ahora resulta que siempre sí…

Empero hoy es viernes de crisis existencialista o lo que es igual, día de reflexión, dos puntos y aparte:

En una ocasión se encontraban un ladrón y un político que eran amigos…

Un día, entraron en una tienda de chocolates. Mientras estaban ocupados mirando alrededor, el ladrón se robó tres barras de chocolate…

Cuando salieron de la tienda, el ladrón le dijo al político: “Si soy el mejor ladrón de la historia, me robé 3 chocolates y nadie me vio. No se puede superar esa hazaña”

El político respondió: “¿Quieres ver algo mejor? Volvamos a la tienda y te mostraré un verdadero robo”

Entonces fueron al mostrador y el político le dijo al tendero: “Oye, ¿quieres ver magia?”…

El encargado de la tienda respondió: “¡Seguro!” El político dice: “¡Dame una barra de chocolate!”…

El encargado de la tienda le dio uno y se la comió. Pidió una segunda, y se la comió también … Pidió la tercera, y también se la terminó…

El encargado de la tienda le preguntó: “¿pero ¿dónde está la magia?”

El político respondió: “¡Mira en el bolsillo de mi amigo y ahí la encontrarás!”…

A una mujer joven le diagnosticaron una enfermedad terminal y le dice el doctor que le quedan 2 meses de vida…

Entonces decide ir a un pintor para que le haga un retrato y así dejar un bello recuerdo a su familia…

El día que llega con el pintor, se sienta para posar y el pintor la empieza a retratar, al cabo de unos minutos ella le dice:

 – Disculpe, ¿podría pintarme una diadema de diamantes en la cabeza?

Sí, señora, por supuesto. Al cabo de unos minutos: – ¿Y un collar de perlas en el cuello? – Por supuesto, señora…

Y le va pidiendo que le pinte también una sortija con una esmeralda, una pulsera de oro, etc…

Al cabo de unas horas el retrato queda terminado y la señora parecía una reina toda llena de joyas…

El pintor le dice:  perdone señora, pero ¿por qué quería que la pintara usando tantas joyas? 

– Muy simple, para que la próxima mujer con la que se case mi marido, se vuelva loca buscándolas…

Nos leemos el lunes