EJIDATARIOS DE OCAMPO GANAN JUICIO A MINERA CANADIENSE, DESPUÉS DE 13 AÑOS DE LUCHA.

CIUDAD DE MÉXICO. – La magistrada del Tribunal Unitario Agrario del Distrito 6, Araceli Cubillas Melgarejo, ha fallado a favor del ejido Tenochtitlán en el municipio de Ocampo, Coahuila, poniendo fin a un prolongado litigio de 13 años contra la minera canadiense La Encantada S.A. de C.V.

El conflicto, como explicó Mario Valdez, ejidatario de Tenochtitlán, se centraba en una superficie de dos mil hectáreas, parte de la dotación que el ejido recibió por una Resolución Presidencial en 1973. Esta misma extensión de tierra fue explotada ilegalmente por La Encantada S.A. de C.V.

“Se hizo justicia al ejido Tenochtitlán y se resolvió un problema que llevaba más de cuarenta años”, declaró Mario Valdez ante medios locales.

El camino legal

La disputa legal contra la minera comenzó cuando los ejidatarios de Tenochtitlán notaron discrepancias en las mediciones y colindancias de sus tierras, revelando un faltante de aproximadamente dos mil hectáreas en manos de Grupo Peñoles. Basándose en esta información, los ejidatarios solicitaron a la Procuraduría de la Reforma Agraria realizar nuevas mediciones. No obstante, Peñoles vendió la tierra a la canadiense First Majestic en 2006, lo que llevó a 36 ejidatarios a iniciar una lucha legal en 2011.

Los ejidatarios enfrentaron un largo proceso en el Tribunal Unitario Agrario. Inicialmente, la demanda fue desestimada a favor de la minera, pero tras solicitar una revisión, el Tribunal Superior Agrario en la Ciudad de México revocó la sentencia original.

Luego de esta revocación, siguió una batalla legal para hacer cumplir la resolución federal, culminando en junio de 2013 cuando 14 ejidatarios de la tercera edad bloquearon el camino que conectaba el ejido con la minera. En respuesta, las autoridades enviaron 40 policías estatales para reabrir el paso y detener a los manifestantes. Durante esta resistencia, 16 campesinos fueron arrestados y liberados tras pagar una fianza de 500 pesos.

La victoria

La reciente sentencia ordena a la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano realizar los deslindes necesarios para ubicar el terreno incluido en las ejecuciones complementarias, que no forman parte del plano del proyecto.

Mario Valdez afirmó que esta sentencia valida la posición de los ejidatarios y les ofrece “esperanza” a pesar de las “triquiñuelas” empleadas por la minera.

El argumento principal en la demanda fue que una parte de las tierras no les había sido entregada como originalmente previsto en el expediente, lo que llevó al ejido a iniciar el juicio hasta que el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 6 resolvió el caso.

Además, la sentencia ordena a la empresa minera iniciar negociaciones con los ejidatarios para continuar la ocupación superficial del terreno, ya que poseen una concesión.